domingo, 20 de marzo de 2011

las grasas deprimen

Un estudio de científicos españoles publicado en la revista “PloS One” asegura que el consumo de grasas saturadas y trans, presentes en productos industrializados y en las llamadas “comidas rápidas”, incrementaría el riesgo de sufrir depresión.
“En comparación con las personas que no las ingieren, sus probabilidades se incrementan en un 42%”, dice textualmente el artículo.
“Nuestro objetivo era analizar el rol de las distintas grasas en el desarrollo de la depresión. Apenas hay literatura científica al respecto”, expresó el director de la investigación, Miguel Ángel Martínez-González.
“Descubrimos que el aceite de oliva y las grasas poliinsaturadas (abundantes en el pescado) protegen contra las enfermedades mentales y están asociadas con un menor riesgo de depresión”.
Según el investigador, esta podría ser la respuesta por qué en los países del norte de Europa los niveles de depresión son más altos
“En países como España y Grecia, consumimos más legumbres y, lo que es más decisivo, usamos mucho el aceite de oliva. En Holanda, Noruega, Dinamarca, etc., se consumen más lácteos (grasas saturadas), mucho pan untado con margarina (con trans) y bollería industrial”.
El estudio hace hincapié en la casualidad o causalidad que indica que en los últimos años se ha incrementado los problemas depresión y, de forma paralela, se sustituyen las verduras y el pescado por productos industriales o comidas rápidas altas en grasas.
La depresión afecta a unos 150 millones de personas en el mundo y “se trata de la primera causa de pérdida de años de vida sana en los países desarrollados (por años de incapacitación e incluso suicidios), por lo que las acciones preventivas son fundamentales”, explica Martínez-González.
Por esa razón, y como conclusión del artículo, la dieta diaria podría ser una gran apuesta para tratar este problema de salud mental.

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